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Carta de Color

Carta de Color es un proyecto que nace en diciembre de 2015 de la colaboración del Bachiller de Artes del IES Bernardino de Escalante, y del Ciclo Superior de Dirección de Cocina del IES Fuente Fresnedo. El trabajo consiste en realizar una acción creativa desde el ámbito artístico y culinario que destacará las características que nos diferencian a cada uno de los Centros, pudiendo unir en un mismo mensaje cocina y recursos creativos, a partir de las propuestas de los alumnos de uno y otro Centro.

Contenido de la acción

El proyecto, toma forma definitiva en formato de vídeo el viernes 19 de febrero en el IES Bernardino de Escalante, Laredo. Carta de Color presenta un “menú” donde el alimento manipulado y transformado, está envasado, empaquetado al vacío. Este se ofrece al comensal para despertar de manera inusitada sus sentidos. El alimento traspasa las barreras preestablecidas para convertirse en una interpretación visual. 

Invitados especiales

El trabajo en la cocina

los otros protagonistas del vídeo

la cocina

Los alumnos y alumnas de 2º de Dirección de Cocina del IES Fuente Fresnedo convirtieron por unos días las cocinas del instituto en un laboratorio “alquímico”. A pesar de que la naturaleza dota a las materias primas de vivos y diferentes colores, las temperaturas de procesado, las técnicas culinarias y la propia alcalinidad y acidez de los alimentos, interfiere en éstos y da como resultado una distorsión cromática difícil de manejar cuando lo que se busca es un color concreto. 

Los colores en los platos deben de ser variados, contrastados y ayudar a abrir el apetito, a “comer” con los ojos; en este proyecto, sin embargo, el color se utiliza como excusa del lenguaje artístico.

Color cian, entre el azul y el verde, símbolo de la relajación y la tranquilidad, pero imposible como color natural en la comida.

¿Cómo conseguir este color? Alquimia pura: el agua de la cocción de la lombarda y unas hojas de menta, ¿y el sabor? La sal, el vinagre o la vainilla también cambian su color, pero el agua de azahar le da un toque especial. Simulación del corte del ojo en el Perro Andaluz de Buñuel.

Color rojo es fuerza, pasión, ritmo, valentía, vergüenza, rubor, agresividad, ira, excitación, prohibición, vida, éxito, poder, pudor…Sangre presente en la carne, que nos retorna a lo primario, al fuego, a la lucha, a la supervivencia y el rojo de la tierra en forma de tomates y picante, el enrojecimiento de las distintas partes de la lengua ante los sabores, también el fuego. La armonía en rojo. Una bolsa de vacío. Modelado plano, Matisse.

Color verde, la degeneración de la materia en el espacio que deja la huella del paso del tiempo en la tierra. Estratos dibujados en la tierra que una vez fueron forma viva, y que como los anillos de los árboles, albergan la historia de la naturaleza. Plantas, frutos, arbustos… sobre materia degradada que a la luz crecieron para ser convertidos en energía y vida en un círculo vicioso que ahora sabemos finito. Estratos en verde.

El color amarillo. Al principio teníamos una lista más que de sobra de alimentos de color amarillo para salir adelante, y nos dijimos sólo hay que elegir , pero… no fue tan fácil. "Que si esto con esto encaja pero si no le pones esto ya no queda bien”, "que si esto en crudo queda muy bien pero al cocinarse cambia”, “que si esto no es lo que yo esperaba de esta mezcla de productos, sabores y olores”, y muchos más “que si”… Nos ilusionamos, experimentamos, jugamos, volamos y nos dejamos llevar; creando, probando y rectificando, conseguimos un combinado con un sabor exótico.

Ha sido una experiencia muy gratificante y divertida.

La otra premisa de la que se parte es el envase en el que se presentará la comida al comensal: una bolsa de vacío. Una vez más, el arte transgrede la función del elemento, conservar y cocinar, para presentarlo como el envase oferente, el contenedor que no invita a comer, la barrera entre el alimento y el comensal.

 

La última función que se espera de este menú es despertar la atención y provocar la reacción: la sucesión de sabores primigenios, la vuelta al origen, a la materia cercana, a las texturas que huyen del artificio…

 

El menú será presentado como una paleta de colores naturales -haciendo un guiño al que se puede degustar en el restaurante Sant Pau de Carme Ruscalleda- en la que el envasado al vacío se convierte en el verdadero protagonista de la propuesta.

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